El principio "la realidad es más importante que la idea" fue propuesto por el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium 231-233.
A quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión. Pero la realidad es que esa variedad ayuda a que se manifiesten y desarrollen mejor los diversos aspectos de la inagotable riqueza del Evangelio (EG, 40).
El principio así formulado encuentra su fundamento último en el "criterio de realidad de una palabra encarnada que siempre busca encarnarse" (EG 232). La carne adquiere un valor interpretativo de la realidad humana: no son las ideas las que sirven de fundamento de la ciencia, sino la realidad humana en la que el "todo" se "encarna en los límites humanos" (EG 40).
El criterio narrativo de realidad se funda en el valor de la palabra que se encarna en las infinitas situaciones humanas. Al ser esta palabra encarnada más importante que la idea, las ideologías no sirven para interpretar la realidad personal. El criterio narrativo invita a desarrollar un pensamiento atingente.