La entrega es la acción y efecto de entregar o entregarse.
En el ámbito del Derecho de familia, la palabra entrega tiene una gran importancia en el sentido de "entregarse", puesto que la intimidad compartida es como un fuego que requiere de la entrega amorosa de sus miembros.
En la génesis de toda relación familiar es necesario identificar un momento en que los familiares puedan afirmar haber amado y sentirse amados, tal como postula el segundo axioma del ordenamiento narrativo del derecho de familia.
En el ámbito matrimonial, la mutua entrega de los esposos forma parte esencial del concepto de consentimiento, que es la causa eficiente o constitutiva de la relación conyugal.
"Entregar una doncella" puede ser el acto generoso y amoroso de unos padres que secundan los deseos del corazón de su hija, quien abandona la casa paterna para iniciar la vida conyugal junto con su esposo.
Pero también puede ser el acto más vil que pueden hacer los padres, desatendiendo los deseos de la hija y "entregándola" a su enemigo. Esa es la definición de traición que se encuentra implícita en la misma expresión.
El tráfico de personas es todavía una realidad que no es posible obviar
Hay dos sentidos etimológicos clave de la palabra entregados, referidos bien a "integrare", bien a "tradere". La palabra es ambivalente y es susceptible de ser usada de modo ambiguo.