Un paradigma referencial es un concepto, una idea, un valor o el conjunto de ellos mediante el que pensamos la realidad no tanto para conocerla (para eso sirven los paradigmas atencionales) sino para comprenderla, describirla, juzgarla, evaluarla.
La modernidad se construyó -desde el punto de vista social- sobre dos paradigmas: uno atencional (el hijo natural) y otro referencial (el vínculo matrimonial). Ambos paradigmas condujeron al constructo social conocido como familia tradicional.
La perspectiva referencial es la propia de un sastre que atiende a un cliente: de una parte, debe prestar atención a la persona a la que debe servir (perspectiva atencional), pero al mismo tiempo, la suya es siempre la perspectiva de un profesional a que el cliente ha acudido quizás precisamente porque lo que quiere es una respuesta concreta, que en este caso es la confección de un traje a la medida. Otro ejemplo, se encuentra en la acción terapéutica: el médico atenderá al paciente no como una individuo enfermo, sino como una persona a la que cuidar. Sin embargo, si han acudido a él no es para que le escuche y le comprenda, sino para que le cure de la enfermedad que le aqueja. Los diagnósticos, los pronósticos y las intervenciones forman parte de la perspectiva referencial.
Hay dos enfoques epistemológicos necesarios y compatibles, pero que no se pueden adoptar al mismo tiempo. Desde una perspectiva atencional, se pueden adoptar enfoques que pretenden explorar, conocer de primera mano, respetar la realidad tal como es revelada o narrada por la persona. Desde una perspectiva referencial, en cambio, el investigador pretende comprenderla, de modo que pueda hacerse una idea de la realidad conocida, así como describirla, evaluarla o juzgarla.
Esta distinción es fundamental, puesto que -como decía Ortega y Gasset- quien no distingue, confunde. Frase parecida a la de Duns Escoto, "ubi non est distinctio, confussio". La cultura occidental lleva muchos años "confundiendo" los planos, al no distinguirse convenientemente las dos perspectivas.
En este post explico que paradójicamente la frase "célula básica de la sociedad" ha llevado consigo la disolución de la familia, por una vía no pretendida. La imagen generada por ChatGpt expresa bien en qué ha quedado esa expresión en la actualidad.