La autorreferencialidad es una característica de las narrativas de poder, puesto que la realidad causada por el narrador está referida al mismo poder ejercido.
Ejemplos paradigmáticos de autorreferencialidad son los siguientes:
1) El vínculo matrimonial en el ordenamiento canónico no se refiere a la realidad del hombe y de la mujer unidos sino a la imposibilidad de ser disuelto por autoridad alguna del mundo, salvo la muerte.
2) Los derechos reproductivos no tienen en consideración a la relación filial que pretendidamente se quiere causar sino al hecho de contar con la legitimación de las autoridades estatales para constituirla.