Necesaria avocación, por parte de las personas, de los asuntos que atañen a la intimidad de sus vidas, de forma que su autonomía, jurisdicción, o competencia decisional prevalezca sobre cualquier otra instancia de poder.
Hay una ordenación de la razón al bien común, que es fundamento de todo ordenamiento de derecho de familia. Por eso se puede decir que al formularse como tal, como ordenación, indica el camino a seguir para superar la crisis de las sociedades víctimas de las ideologías. Las narrativas litúrgicas han estructurado el orden social durante siglos. En esta imagen una familia proclama la ley de la atingencia o, dicho de otra manera, la elevación del amor familiar como paradigma jurídico.
Con su lectura se inicia una nueva fase del proceso legislativo: aquel que culminará con su aprobación por parte de las autoridades a quienes compete la ordenación de sus respectivas comunidades.
Este diagrama explica bien los cuatro sentidos de la atingencia que se articulan desde dos perspectivas: una atencional y otra referencial.