Recibe la calificación de familia libertaria aquella que se comprende a partir del enfoque de derechos reproductivos. En la medida en que los Estados o las declaraciones internacionales reconocen la existencia de esos derechos, las personas que los invocan son atendidas con criterios atencionales de forma que se les reconoce el poder de constituir las relaciones familiares. A diferencia de la familia atencional con la que guarda semejanzas importantes, la familia libertaria se basa más en narrativas de poder que de servicio. En aquélla, en cambio, se acepta la autodefinición o autoidentificación que las familias hacen de sí mismas, no tanto porque reconozcan la realidad jurídica por ellos invocada sino porque los profesionales se ponen al servicio de las personas y de sus narrativas autobiográficas.