Las preguntas circulares son aquellas que exploran las relaciones, perspectivas y dinámicas entre las personas, en lugar de centrarse en causas lineales o en la "verdad" de los hechos. En lugar de preguntar "¿Qué provocó este conflicto?", una pregunta circular podría ser "¿Cómo crees que tu reacción influye en la respuesta de la otra persona?". Este tipo de preguntas está diseñado para revelar la interdependencia y mutua influencia de las partes implicadas en un conflicto. Tanto para la conceptualización consorcial de la familia como para la litisconsorcial, este tipo de preguntas son fundamentales porque permiten a las partes adquirir la conciencia de la intimidad compartida así como de la la imposibilidad de que el conflicto se pueda resolver por vías heterónomas. Al tratarse de consortes, a todos corresponde descubrir la vía de la resolución que siempre es autocompositiva.
Desenredan las narrativas personales : Las preguntas circulares ayudan a identificar las historias o narrativas que cada persona en el conflicto ha construido sobre el otro y sobre el conflicto mismo. Esto es importante, ya que, en la teoría narrativa, el conflicto suele perpetuarse debido a las historias limitantes o negativas que las personas mantienen y refuerzan acerca de sí mismas y de los demás.
Revelan patrones de interacción : En lugar de buscar una sola causa, las preguntas circulares muestran cómo cada acción provoca una reacción y cómo esos patrones cíclicos pueden estar contribuyendo al conflicto. Así, se observa que no hay un único "culpable", sino un conjunto de interacciones que necesitan ser comprendidas y reestructuradas.
Fomentan la empatía y la comprensión mutua : Al invitar a las personas a reflexionar sobre el impacto de sus propias acciones y emociones en los demás, se facilita una visión más empática y comprensiva. Por ejemplo, si una persona ve que su frustración genera una reacción defensiva en el otro, puede comprender que ambos están contribuyendo al ciclo del conflicto.
Promueven la co-construcción de nuevas narrativas : Las preguntas circulares abren el espacio para que las personas reconsideren sus perspectivas y generen conjuntamente una nueva narrativa que integre experiencias y emociones de ambas partes. Al cuestionar las historias iniciales, se hace posible construir una relación que fomente el cambio y la resolución.
¿Cómo crees que tu reacción a esta situación afecta la respuesta de la otra persona?
¿De qué forma piensas que esta dinámica impacta en tus emociones y en las de los demás?
¿Qué crees que motiva a la otra persona a actuar de esa manera? ¿Cómo reaccionas tú ante eso?
Estas preguntas permiten ver el conflicto como un proceso compartido , en el que cada persona juega un papel en la creación de la dinámica actual.