El corazón es el centro vital de la persona llamado a custodiar la intimidad de las comunidades, desde la familia hasta la misma humanidad
Para los ordenamientos normativos, el corazón es un centro de atribución de derechos y capacidades.
Entre las instituciones sociales y las personas humanas se establece una relación de servicio de aquellas hacia estas. En el ámbito de la intimidad -que es el propio del corazón de las personas y de las comunidades- el Estado es absolutamente incompetente, porque carece de agencia ética y litúrgica.