Las narrativas de comunión son aquellas cuyos relatores constituyen un sujeto social y se reconocen como formando parte de él. Las realizan las personas al vivir en comunidad, buscando el bien común mediante un estilo de comunicación asertivo, respetando los derechos humanos y abriéndose al diálogo con todas las personas.
Desde el punto de vista narrativo, hay dos tipos de narrativas que son objetivamente incompatibles entre sí : las narrativas de comunión y las narrativas de conflicto.
Puesto que por lo general las personas dicen amar a los demás -salvo casos excepcionales de psicopatologías- en las narrativas de las personas pueden coexistir narrativas de comunión y de conflicto.
Desde el punto de vista del análisis narrativo se trata de identificar cuál de ellas es predominante en el discurso.
Las narrativas de comunión pueden no ser familiares, sin dejar de ser de comunión. Y también puede suceder que afirmen la existencia de relaciones y amor familiares, sin que lo sean realmente desde el punto de vista referencial o que lo sean de modo distinto al que ellos afirman.